Me considero un hombre afortunado dentro del plano laboral, ya que desde muy joven tuve muy claro que quería ser Biólogo y Maestro.

Nunca olvidaré mi primera clase, actividad que considero  después de ser padre, la labor más importante ha sido ser maestro.

A lo largo de mi desarrollo impartí e imparto, clases en Instituciones educativas de gobierno, como: DGETI, CONALEPS Y tecnológicos y universidades. Tuve la fortuna además de capacitarme como conferencista, labor que he realizado a la fecha abordando temas educativos, ambientales y de desarrollo humano en gran parte del país, tanto a alumnos como docentes.

De manera paralela, al ver con tristeza y preocupación, el constante y alarmante deterioro ambiental y pérdida de la biodiversidad en nuestro país, he querido dejar constancia de ello de manera escrita, a través de mis novelas, sustentadas, no sólo por mi formación, sino además por mis vivencias y estudios de caso, promoviendo diversas actividades como: reforestación, no generación de basura, ahorro de energía y establecimiento de viveros, entre otras actividades propias de la educación ambiental o bien las que previamente propongan los centros educativos.

Mi interés particular por el medio ambiente y la situación que priva actualmente dentro de este vital rubro, tanto en el país como a nivel global, me ha motivado a escribir varias novelas: El Llamado del Chaneque, El Chaneque la Última Llamada, Un Siniestro Visitante y Un Secreto Maravilloso, que abordan esta problemática, misma que tiene muchas aristas y retos. Considero que es a través de la educación y la aplicación de las leyes y normas en que de momento podemos frenarla, “La Tierra no está enferma… está siendo asesinada.”